Productos que cambian sin permiso

Hoy en día, las compañías pueden cambiar las cosas de nuestra casa en cualquier momento, y por cualquier motivo. ¡Qué conveniente… para ellos!

Si usted se sube a su automóvil un buen día y descubre que el pedal de la derecha misteriosamente se ha convertido en el freno y el de la izquierda en el acelerador, no sólo es posible que se sienta enojado. Podría terminar en el hospital.

Aunque no llegó a estos extremos, por primera vez en mi vida un producto para el consumidor usó recientemente mi conexión de Internet para cambiar su comportamiento esencial sin avisarme. Un día el dispositivo trabajaba de una manera, como yo lo había aprendido, incluso cuando no trabajaba completamente bien. Pero ¡caramba!, al próximo día tenía una interfaz del usuario totalmente nueva y mucho peor que aquella a la que ya estaba acostumbrado. ¿El dispositivo? Nada más y nada menos que el DVR que arriendo de Comcast. Menos mal que esa compañía no fabrica automóviles.

En las computadoras, ese comportamiento no es nada inusual. Por ejemplo, AOL toda la vida ha presentado a los usuarios nuevas características y actualizaciones sin que nadie se lo pida. Pero no recuerdo que haya entregado automáticamente a los usuarios una interfaz totalmente nueva; y hasta la Actualización Automática de Windows, que a veces baja correcciones que pueden causar problemas, le pregunta si realmente quiere el Internet Explorer 7 antes de empujárselo.

No me acuerdo de ningún producto que se haya despertado una mañana con la jaqueca que tenía este DVR. Aquí en Seattle, los DVR Motorola de Comcast usaban el software de Microsoft, con la colección de errores típica de Microsoft, como programas grabados que parecían perder el audio hasta que usted reiniciaba el equipo. Pero por lo menos la interfaz del usuario era relativamente pulida.

El software Guideworks que la sustituye es impráctico de tantas maneras que no puedo contarlas todas. Estos son algunos ejemplos menores: Cuando usted busca programas, no muestra la televisión en vivo en un pequeño recuadro junto con los listados. Tampoco hay manera de ver las grabaciones que usted ha programado en una sola lista. Y algunas de las series que yo había programado en el sistema anterior no fueron transferidas correctamente al nuevo.

La caja es tan inútil que tal como viene no permite cambiar de canales usando las teclas numéricas para sintonizar directamente los canales de uno y dos dígitos sin primero oprimir uno o dos ceros (como hacen, ya sabe usted, todos los controles remotos de TV que existen en el mundo). Esa configuración predeterminada es tan inepta que al último minuto Comcast incluyó una carpeta dedicada mayormente a explicar cómo arreglarla. Todo lo que usted tiene que hacer es profundizar en varios niveles de menús, buscar un elemento llamado ‘Comportamiento de la entrada de canales’ y cambiarlo a ‘Auto-Tune’ [sintonización automática]. Señores de Comcast, esta es una mejor idea: ¡Pongan en la caja un programa que cambie la configuración predeterminada a algo que el usuario espere!

Como cualquier monopolio local, Comcast mantiene cautivos a sus clientes. Una razón obvia para el cambio es que Guideworks es una empresa conjunta de Comcast y Gemstar-TV Guide, lo que significa que Comcast no tiene que pagar derechos de autor a un tercer proveedor como Microsoft. En vez de alquilar el DVR de Comcast, usted podría comprar una caja basada en CableCard como el muy recomendable TiVo, pero las CableCards actuales no manejan la programación a petición, que puede ser lo mejor que tiene el cable.

Con tanta tecnología en nuestras vidas atada a servicios que las compañías pueden controlar remotamente, no le extrañe ver más de estos tipos de cambios. Tome por ejemplo a Google, que acaba de cerrar su servicio de vídeo por pago, lo que ha dejado en un estado inservible los vídeos que los clientes habían comprado. Cuando los consumidores se quejaron, Google les ofreció reembolsos. Pero ellos ya no pueden recuperar el tiempo perdido.

Esto es ya una tendencia: No espere correcciones y mucho menos disculpas del próximo proveedor de software o hardware que eche a perder una pequeña parte de su vida con “mejoras” de inferior calidad dirigidas a beneficiar los intereses de la compañía, no los de usted.

-Por Stephen Manes

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