Ericsson Thales Qualcomm 5G

Ericsson, Thales y Qualcomm probarán redes 5G satelitales

El objetivo es hacer posible la conectividad a nivel mundial, pero no está claro si el 5G satelital tendrá un uso masificado.

La idea de 5G satelital es proporcionar un servicio complementario a las redes terrestres. Ello garantizaría conexión a zonas remotas, en las que el 5G no podrá desplegarse durante algún tiempo.

Ericsson, Thales y Qualcomm probarán servicios 5G satelitales. Así lo reveló la compañía sueca en un comunicado, que en asociación con sus pares estadounidense y francesa, está planeando realizar pruebas conjuntas de una red 5G utilizando satélites de órbita baja para proporcionar conectividad en todo el mundo.

Las empresas dijeron en una declaración conjunta que esperan que los gobiernos nacionales estén entre los principales usuarios de ese servicio, para las redes de seguridad nacional y de seguridad pública. Por su parte Qualcomm enfatizó que los servicios de conexión satelitales son parte importante para que el 5G cumpla con sus expectativas.

Para que el 5G cumpla la promesa de conectividad en todas partes, es imprescindible que también pueda ofrecer cobertura de red en zonas donde no existen redes celulares terrestres, ya sea sobre los océanos o en zonas remotas“, dijo John Smee, vicepresidente senior de ingeniería de Qualcomm.

Ericsson, Thales y Qualcomm probarán redes 5G satelitales

En el comunicado conjunto, las cmpañías afirmaron que, después de haber llevado a cabo cada una de ellas una investigación detallada, que incluyó múltiples estudios y simulaciones, Ericsson, Thales y Qualcomm tienen previsto iniciar pruebas y la validación de las redes no terrestres 5G (5G NTN, por sus siglas en inglés) centradas en los casos de uso de los teléfonos inteligentes.

El resultado de estas pruebas podría significar que las próximas generaciones de smarthones podrían conectarse a redes 5G en cualquier lugar de la Tierra y proporcionar una cobertura global completa para los servicios de datos de banda ancha. Esto incluyiría lugares que normalmente sólo están cubiertos por los sistemas de telefonía por satélite anticuados con capacidades de conectividad de datos limitadas.

Se espera que las ventajas de la conectividad 5G a través de satélites de órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés) incluyan la cobertura en geografías extremas o zonas remotas a través de mares, océanos y otros lugares donde no hay cobertura terrestre.

Respaldo a la infraestructura terrestre

De hecho, el plan no consiste en ofrecer un servicio 5G directo a terminales a través de un satélite. Más bien, la idea es proporcionar un método de respaldo que no implique tratar de instalar redes estructuradas a zonas poco prácticas o remotas.

La idea de las estaciones base 5G respaldadas por satélite es atractiva, pero sobre todo en casos de uso específicos. Las plataformas petrolíferas, los aviones y, en particular, las zonas rurales son buenos candidatos para el servicio, así lo señaló Bill Menezes, director de Gartner. El analista agregó que es probable que la inmensa mayoría de las redes 5G sigan siendo totalmente terrestres en el futuro inmediato.

Además, Menezes cree que el proyecto de Ericsson-Qualcomm-Thales probablemente no será único. Otros actores de la industria inalámbrica seguirán su ejemplo.

Hay una oportunidad aquí para crear una variedad de formas en las que el hardware y la tecnología 5G pueden jugar en lo que podría ser una parte de crecimiento bastante rápido del negocio de los satélites“, dijo Bill Menezes, director analista de Gartner Research.

Menezes estimó que probablemente aún falten entre tres y cinco años para que las redes 5G por satélite sean plenamente operativas, pero este tipo de respaldo basado en satélites es algo que el organismo de estándares de telecomunicaciones 3GPP y otras partes interesadas en las redes móviles llevan años tratando de hacer funcionar. Para el director de Gartnerm es de interés público que estén haciendo pruebas en el mundo real. Por tal motivo, espera que el siguiente paso a estas pruebas sea el despliegue. No obstante, para Menezes este “seguirá siendo un mercado de conectividad de nicho: la verdadera pregunta es cuál va a ser la demanda“.

A medida que vayamos consiguiendo más satélites de banda ancha [de órbita terrestre baja], la idea de que se pueda dar soporte a una conectividad incluso mejor que la 4G en zonas en las que antes no había conectividad podría ser muy convincente“, concluyó.

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