La arquitectura china permite el muestreo de cinco fotones, una mejora significativa respecto a los experimentos anteriores, que involucran la obtención de fotones únicos y que puede ser hasta 24.000 veces más rápida.
Los chinos siguen invirtiendo esfuerzos en la carrera por la supercomputación. De hecho, ya tienen el supercomputador más rápido del mundo y se están destacando como la primera potencia mundial en esta ciencia, luego de que su máximo rival, Estados Unidos, haya visto como la nueva administración aprobó uno de los presupuestos más bajos de la historia para el área de tecnología.
Ahora, el gigante asiático construyó un equipo cuántico que, es probable, superará a los computadores y servidores actuales. Y eso que la computación cuántica ya no es una novedad, pues compañías como IBM y D-Wave ya tienen sus propios sistemas.
Sin embargo, el país le ha dado una vuelta de tuerca al concepto más tradicional implementando múltiples fotones, lo que añade potencia al cálculo. En esa línea, la arquitectura china permite el muestreo de cinco fotones, una mejora significativa respecto a los experimentos anteriores, que involucran la obtención de fotones únicos y que puede ser hasta 24.000 veces más rápida según varios expertos.
El arsenal tecnológico del país está creciendo muy rápidamente. Ya en 2014 el Gobierno aprobó un presupuesto de 150.000 millones de dólares para el desarrollo de semiconductores. Una jugada que sentó muy mal a los Estados Unidos que, con miedo a que los chips de bajo costo copasen la industria, acusaron al país de manipular el mercado.