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Apple Pay frente a nuevas disputas legales

Apple Pay frente a nuevas disputas legales. La batalla judicial con Fintiv reabre el debate sobre la competencia y la propiedad intelectual en los pagos móviles.

Apple ha vuelto a ser demandada por Fintiv, que alega que la compañía se apropió de tecnología para su sistema de pagos Apple Pay hace más de una década. La denuncia, presentada el 7 de agosto y basada en hechos supuestamente ocurridos entre 2011 y 2012, sostiene que Apple obtuvo innovaciones de CorFire, empresa predecesora de Fintiv, durante reuniones privadas. Según la acusación, se habrían usado tácticas como racketeering, captación de empleados clave y negociaciones ficticias para acceder a secretos comerciales.

La postura de Apple

Apple rechazó las acusaciones el 8 de agosto, asegurando que los tribunales han “rechazado repetidamente” las reclamaciones de Fintiv. La empresa calificó el nuevo litigio como un intento de “distraer” de un caso de patentes previo, que fue desestimado en agosto de 2025 tras años de disputa.

La compañía también defendió la legitimidad de sus contrataciones. Señaló que uno de los empleados citados trabajaba en Apple Retail, y que el otro, Jason Miller, se incorporó después de que Apple Pay estuviera desarrollado. Miller declaró bajo juramento que desconocía las patentes de Fintiv, y su testimonio no fue impugnado.

Apple Pay, lanzado en 2014, es hoy una de las plataformas de pago más utilizadas en mercados como Estados Unidos, Reino Unido y Japón. La empresa afirma que su prioridad ha sido siempre ofrecer una experiencia segura y privada, y que seguirá defendiendo su reputación frente a “acusaciones falsas”.

Impacto en el mercado fintech

La reactivación de esta disputa se produce en un momento clave para el sector de pagos móviles. Según datos de Juniper Research, el valor de las transacciones con monederos digitales superará los 16 billones de dólares para 2028, impulsado por el comercio electrónico y los pagos sin contacto.

Apple Pay compite directamente con Google Wallet, Samsung Pay y servicios emergentes de bancos y fintechs. Un fallo judicial adverso podría obligar a Apple a modificar su tecnología, limitar funciones o incluso pagar licencias por el uso de ciertas patentes, lo que afectaría a su posición competitiva.

En el caso de Fintiv, un éxito en los tribunales podría reforzar las demandas de otras empresas más pequeñas contra grandes tecnológicas, abriendo un frente legal que impactaría en la innovación y la velocidad de adopción de nuevas soluciones de pago.

Una disputa con implicaciones globales

Aunque la denuncia se presenta en EE. UU., el alcance del conflicto es internacional. Apple Pay opera en más de 80 países y regiones, y cualquier limitación tecnológica podría generar efectos en cadena para bancos, comercios y consumidores.

En un mercado donde la confianza y la facilidad de uso son clave, el resultado de esta batalla legal podría definir no solo el futuro de Apple Pay, sino también las reglas del juego en el ecosistema de pagos digitales.