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Los robots al día

Si Isaac Asimov levantara la cabeza comprobaría que los mundos imaginados en su literatura van haciéndose realidad. La robótica es una disciplina en constante evolución. Las nuevas tendencias incluyen investigaciones en equipos autopropulsados, robots multipropósito, cirugía quirúrgica o robots insecto.


La NASA tiene una larga experiencia de robots autopropulsados. Una de sus últimas puestas en escena se llama Grover (Goddard Remotely Operated Vehicle for Exploration and Research). Y la misión: explorar Groenlandia, una región con condiciones extremas capaces de poner al límite la capacidad operativa de cualquier robot. Con forma de tanque y un peso de 362 kilos, lleva dos paneles solares, un georradar, un ordenador y baterías recargables. Su sistema de desplazamiento fue reciclado de una motonieve. Los padres de la idea fueron varios estudiantes del Centro Goddard de la NASA, que contaron con la ayuda de experta en glaciología Lora Koenig.

Entre las obligaciones de Grover destaca el estudio del derretimiento masivo de la capa de hielo el año pasado y de la nueva capa de hielo formada. Con este trabajo sobre el terreno se consigue información de manera más eficiente y menos costosa que los vuelos programados o las interpretaciones de las imágenes captadas por los satélites.

Su principal destreza consiste en la capacidad de recoger más datos que un hombre durante mucho más tiempo. Ningún científico puede recorrer diariamente 50 kilómetros en situaciones extremas. Grover, por su parte, aunque es algo lento (dos kilómetros por hora), podría conseguir información durante todo el día. Actualmente la información del radar se almacena a bordo y se recupera después, pero está previsto cambiar a una conexión vía satélite para que el robot transmita grandes volúmenes de datos en tiempo real.

Robot multipropósito, el mayordomo ideal
El viejo sueño de construir robots que nos ayuden en las tareas de casa está más cerca de alcanzarse. Muchos son los experimentos realizados en este campo. Por ejemplo, el Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María (Chile) está desarrollando un robot multipropósito, de nombre IRMA II, capaz de atender distintas labores doméstica como el cuidado de personas o el transporte de documentos. Pero no son sus únicos valores: es capaz también de reconocer objetos y situarlos en el espacio y cuenta con una interfaz intuitiva que le otorga autonomía y le permite la interactuación con el usuario.

La capacidad de IRMA III en el reconocimiento de los objetos y su posicionamiento se debe a que dispone de una Kinect, que utiliza librerías de software que le permite observar una imagen y separar los objetos de su entorno. También tiene un sistema de luz infrarroja para detectar profundidades. Posee además una memoria cognitiva en torno a un sistema basado en redes neuronales que permiten al robot reconocer los objetos que ve. Este prototipo presenta también luces LED, que hacen posible que el robot muestre expresiones y comunique distintas informaciones.

Robots voladores del tamaño de un insecto
Hemos asistido recientemente a la demostración del primer vuelo controlado de un robot del tamaño de un insecto, trabajo liderado por investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard (SEAS) y del Instituto Wyss de Ingeniería Biológica de Harvard, en Estados Unidos.

El proyecto está inspirado en la biología de la mosca. Este dispositivo se sitúa a la vanguardia de los sistemas de microfabricación y control. La tecnología está cuidada al milímetro: diminutas alas, bisagras de plástico incrustadas en el bastidor de carrocería de fibra de carbono y un sistema de control que ordena los movimientos de rotación de cada ala de forma independiente.

Las aplicaciones del proyecto van desde el control ambiental, pasando por operaciones de búsqueda y rescate o la ayuda en la polinización de cultivos. La siguiente fase consiste en mejorar el “cerebro” del robot, su comportamiento y la fuente de alimentación, con el propósito de que lleguen a ser totalmente autónomos e inalámbricos. Los prototipos están sujetos por un delgado cable de alimentación porque no se han hallado soluciones que almacenen energía para montar en el cuerpo del robot. Para ello es necesario diseñar pilas de combustible de alta densidad energética.

Cirugía robótica
Las últimas tendencias de la robótica se especializan también en el mundo de la cirugía. El Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona) está usando un robot para intervenir el cáncer de próstata. El posoperatorio de esta dolencia aparece muy marcado por las disfunciones en la continencia urinaria y la potencia sexual. Gracias a la robótica, la operación resulta muy precisa y disminuye las complicaciones que pueden afectar el paciente.

Estos robots cuentan con brazos que se mueven con mayor libertad que los instrumentos convencionales, eliminan el temblor de los movimientos de la mano y por tanto son más precisos, tienen visión en 3D y amplían la imagen en diez aumentos. La cirugía robótica se muestra más eficaz a la convencional en algunas dolencias, como el cáncer de próstata. Los resultados avalan la teoría de que la efectividad de las operaciones con sistema quirúrgico robotizado compensa sobremanera los altos costes de adquisición y mantenimiento de estos equipos.

En Bellvitge se han practicado más de un centenar de intervenciones con robot, como alternativa a la operación laparoscópica, en hombres cuyo cáncer no se ha diseminado. Los estudios muestran que en estas operaciones no ha habido complicaciones durante la cirugía, pero tampoco en el posoperatorio inmediato. La evolución de los enfermos es mejor y su recuperación dura menos tiempo pues consiguen controlar la orina más rápido y recuperan el vigor sexual también con mayor facilidad que los operados con laparoscopia.

En España se realizaron el año pasado 450.000 intervenciones de cirugía robótica, un 25% más que en 2011. Sin embargo, su implantación es mucho menor que en otros países, especialmente Estados Unidos. Los campos de aplicación son amplios y abarcan urología, ginecología, cirugía general, pediátrica, torácica y cardiaca.

Labores de rescate
El Departamento de Defensa de Estados Unidos y la empresa Boston Dynamics han creado un robot humanoide que mide 188 centímetros y pesa 150 kilos. Todavía se halla en fase de prototipo. Responde al nombre de Atlas y es uno de los robots humanoides más avanzados que se han construido.

Entre sus características cuenta con más de 28 articulaciones hidráulicas distintas. Es lo último de una compañía que ya lanzó a Petman (un hombre robótico) y AlphaDog (un perro robot). Guarda cierto parecido con “Terminator” y está concebido para ayudar en labores de rescate en desastres naturales.

-R. B. (Colaborador EFE Futuro)

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