El nuevo mundo basado en la Web

La revolución de las tecnologías digitales nos pone frente a aplicaciones basadas en la Web que facilitan el desarrollo del teletrabajo.

Hasta hace unos años era una rareza, pero hoy es una realidad cada vez más presente. Todos conocemos a alguien que trabaja desde su casa, y cada vez son más los profesionales y las empresas que eligen esa opción. Según datos de la consultora IDC, durante 2012 habrá 1.200 millones de personas que trabajen en modalidad a distancia al menos una vez a la semana; esto representa el 35 por ciento de la población empleada a nivel mundial. El 7 por ciento de la fuerza laboral global ya maneja la totalidad de sus ocupaciones bajo la forma de teletrabajo, conectándose a la red a través de una PC, una tablet o un teléfono celular.
América Latina no se queda afuera de esta tendencia. Recientemente, el gobierno colombiano reglamentó un decreto que promueve el teletrabajo, con el objetivo central de impulsar el empleo entre las personas discapacitadas y madres que buscan la posibilidad de combinar de forma más eficiente su vida profesional con el cuidado de sus hijos.
La economía global promovida por Internet y la revolución de las telecomunicaciones permiten que los países emergentes ganen competitividad y puedan vender sus servicios en cualquier lugar del planeta. No es casualidad que un estudio de IPSOS lanzado en noviembre de 2011 demuestre que la modalidad de trabajo a distancia es especialmente adoptada en los países en desarrollo. En México, por ejemplo, el 58 por ciento de los trabajadores realiza sus tareas desde el hogar al menos una vez por semana, y en Argentina este número alcanza el 45 por ciento, cifras que en ambos casos están bastante por encima del promedio total del 35 por ciento. El liderazgo absoluto en este sector lo ocupa la India, que gracias a la venta a nivel mundial de servicios relacionados con las tecnologías de la información ha conseguido que la penetración del teletrabajo se eleve hasta alcanzar un 82 por ciento.
Las ventajas de esta nueva modalidad laboral son múltiples. Según Cisco, los teletrabajadores son más productivos y un 45 por ciento de ellos están más dispuestos a trabajar horas extras. Además, un 60 por ciento de los trabajadores aseguran que estarían dispuestos a elegir trabajos con menor paga si les dieran la posibilidad de lograr más flexibilidad en cuanto a movilidad, uso de dispositivos y acceso a redes sociales. Las empresas, por su parte, se encuentran de cara a una posibilidad inédita: pueden crear equipos de trabajo desestructurados que se adapten a las necesidades de cada proyecto puntual, y contratar a personal talentoso sin importar el lugar del mundo donde se encuentre.

El teletrabajo, por tanto, resulta ventajoso para los empleados, para los empleadores e incluso para el bienestar del planeta. Entonces ¿por qué esta tendencia no comenzó a expandirse antes? La explicación resulta bastante simple: no existían las herramientas necesarias. La revolución de las tecnologías digitales nos pone frente a aplicaciones basadas en la Web que pueden facilitar el desarrollo del teletrabajo, al permitir coordinar equipos distribuidos de forma internacional con la misma eficiencia que si todos sus miembros se encontraran en una misma oficina.

Una respuesta a las nuevas necesidades del mercado global

 Alex Konanykhin, empresario ruso, es el creador –entre otros proyectos– del estudio de diseño interactivo KMGi. Konanykhin es, además, el alma mater detrás de TransparentBusiness.com, una plataforma que, según su fundador, “apuesta a revolucionar el mundo de los negocios a partir de una gestión eficiente del trabajo a través de la Red”.

Según Konanykhin, TransparentBusiness.com comenzó como un proyecto interno que luego salió al mercado debido a la demanda de sus propios clientes. “Nuestra idea era que quienes contrataran a KMGi pudieran tener un visión total y transparente de las tareas, y que contaran con la posibilidad de realizar un seguimiento en tiempo real para conocer a cada momento el estado de cada uno de sus proyectos”, explica el entrevistado. “Rápidamente nuestros clientes se comenzaron a sentir cómodos con la herramienta, y muchos nos empezaron a consultar sobre la posibilidad de utilizarla para gestionar su relación con otros proveedores”, agrega Konanykhin. De este modo, el empresario cayó en la cuenta de que existía un enorme mercado potencial promovido por el auge del teletrabajo y de las tareas profesionales gestionadas a través de Internet.
A partir de la implementación de TransparentBusiness.com, en apenas un año KMGi logró duplicar la demanda de trabajos por parte de sus clientes preexistentes, que se sienten más tranquilos y seguros a la hora de contratar sus servicios, y logran una mayor eficiencia gracias a la posibilidad de seguir minuto a minuto el avance de las tareas y brindar “feedback” inmediato. En la actualidad, la herramienta da la posibilidad de ser utilizada de forma gratuita para proyectos de hasta cinco empleados. Además, Konanykhin también la ofrece gratis a organismos gubernamentales. “Queremos brindar a todos la posibilidad de trabajar de forma transparente, dinámica y eficiente sin importar en donde se encuentren”, detalla el ejecutivo, quien sostiene que TransparentBusiness.com no sólo es útil para gestionar equipos de teletrabajadores, sino también para hacer ganar eficiencia a equipos de trabajo que se desempeñan dentro de una misma oficina.

Un nuevo paradigma laboral en el que todos ganan

Konanykhin sostiene que “hace 20 años quizás pocos se lo imaginaban, pero hoy cada vez son más los que nos damos cuenta de que la organización laboral que tenemos hasta el momento es irracional en términos de manejo del tiempo y de los recursos”. Menor impacto ambiental, mejor manejo del tiempo, la posibilidad de llevar una vida más desestructurada y menos estresante son los factores que el ejecutivo cita como determinantes en este sentido. Y numerosos estudios privados le dan la razón. Cisco, por ejemplo, descubrió que en promedio un trabajador pierde dos semanas al año viajando desde y hacia la oficina, y que si 50 millones de estadounidenses trabajaran medio tiempo desde su hogar, se podrían ahorrar 28 mil millones de dólares anuales en petróleo y reducir las emisiones de gases contaminantes en 51 millones de toneladas.
Pero esto no es todo, las encuestas de IPSOS revelan que un 65 por ciento de los teletrabajadores creen que son más productivos cuando trabajan desde su casa, y un 83 por ciento sostiene que están menos estresados por no tener que trasladarse cada mañana hasta la oficina. El nuevo paradigma da además a los trabajadores la posibilidad de llevar una vida más saludable; en un reciente trabajo de investigación llevado a cabo por Citrix se asegura que el 93 por ciento de la gente aceptaría teletrabajar si su empresa se lo ofreciera, y que el 64 por ciento invertirían el tiempo ahorrado enfocándose en su salud y en hacer ejercicio.
Las ventajas no se agotan aquí: el nuevo paradigma laboral da la posibilidad de generar más puestos de trabajo y permite que personas postergadas puedan reinsertarse en un mercado laboral expandido.
En resumen, la tecnología nos da una vez una oportunidad de cambiar de forma radical nuestra vida. Las antiguas oficinas con cientos de empleados encerrados en diminutos cubículos comenzarán a quedar poco a poco en el recuerdo. Quienes viven en grandes ciudades tendrán la posibilidad casi inédita de evitar los embotellamientos, ya que no se encontrarán más ante el desafío absurdo de trasladarse, juntos con otros miles de personas, a la misma hora hacia el mismo lugar. El impacto que la tecnología puede tener en este sentido es prácticamente imposible de predecir. A medida que crezca el teletrabajo cambiará la forma de organizar nuestra vida, se modificará la manera en que administramos nuestro tiempo libre, incluso la organización urbana muy probablemente se vea modificada, y sin lugar a dudas para mejor.
Nos estamos adentrando en un nuevo mundo en que el trabajo será algo más flexible, menos estructurado, que se fusione de una forma más natural y cómoda con el resto de nuestras actividades. La actividad de un profesional se medirá a partir de indicadores claros de eficiencia, y no a partir de la cantidad de tiempo que invierte en sus tareas. Una empresa puede acceder al mejor talento, y un profesional al mejor puesto de trabajo, aun cuando estén separados por miles de kilómetros de distancia unos de otros.
Este es el nuevo mundo del trabajo que promueven las tecnologías digitales, más dinámico, más libre, más transparente.

Para más información, visite www.TransparentBusiness.com

–Editado por PC World LA

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