Guerras de lectores electrónicos

Los precios de los lectores electrónicos se están desplomando, pero ¿será suficiente para que los dispositivos dedicados a la lectura electrónica sobrevivan?

Se recrudece la batalla por atraer a los ratones de biblioteca seguidores de la tecnología, con Amazon, Barnes & Noble y Sony compitiendo por vender el hardware de lectura. Y a medida que las compañías principales luchan por mantener su posición en la industria de editorial electrónica, los meses recientes han visto rebajas de precios, dispositivos nuevos y derrotas.

La competencia se intensificó en junio cuando se desató una guerra de precios. Primero Barnes & Noble recortó US$60 el precio de su Nook para ponerlo en US$199; la compañía también comenzó a vender un Nook sólo para Wi-Fi por US$149. A las pocas horas Amazon bajó el precio de su Kindle en US$70, dejándolo en US$189. Y diez días después, Sony redujo unos US$30 el precio de sus tres productos de Reader, rebajando su versión 3G más cara a US$229.

¿A qué se deben todas estas rebajas? La culpa la tiene la Apple iPad, la tableta que domina el mercado hoy en día—y la fuerza devastadora que deja temblando a los otros fabricantes de lectores electrónicos. Ante tal competencia, otros fabricantes de lectores electrónicos han tirado la toalla. Plastic Logic desistió de sus planes de lanzar su lector QUE en agosto y dice que en vez se concentrará en crear un ProReader de próxima generación. Samsung aplazó sus lectores electrónicos indefinidamente.

Los lectores electrónicos están en una encrucijada. Amazon y otras firmas tiene que convencer al público de que sus productos dedicados tienen su lugar en un mundo lleno de dispositivos multiuso que pueden mostrar libros electrónicos, como los teléfonos inteligentes, las tabletas y las netbooks. Todos los fabricantes de lectores electrónicos también quieren asegurar que su producto se convierta en la norma de facto para los libros electrónicos. Después de todo, el dinero está en la venta de los libros. La venta del hardware de lectura con ganchos a las tiendas de libros electrónicos es ahora más crítica que nunca.

La firma de estudios de mercado The Yankee Group pronostica que en el 2010 se venderán 6 millones de lectores electrónicos; se espera que esa cifra ascienda a 19,2 millones para el 2013. Y los expertos dicen que las ventas de libros electrónicos seguirán la misma curva de crecimiento.

Los libros electrónicos representan una fracción de las ventas editoriales, pero es una porción que sigue en ascenso: la Asociación de Editoriales Estadounidenses dice que aunque las ventas de libros electrónicos para el mes de mayo sólo llegó a US$29,3 millones, las ventas crecieron un 163 por ciento ese mes y subieron ya un 207 por ciento en el 2010 en comparación con el año 2009.

Amazon ha dicho que el 80 por ciento de sus compradores de libros de Kindle poseen un Kindle físico; el 20 por ciento restante usa una de sus aplicaciones para iPad, iPhone, Mac, PC, Android o BlackBerry.

Uno o varios usos

La amenaza número uno a los electores electrónicos es la increíblemente popular Apple iPad de US$499. Y a medida que salgan más tabletas de Android, puede esperarse aún más presión sobre los lectores electrónicos dedicados que comúnmente tienen una pantalla E-Ink monocromática en lugar de los LCD en color de las tabletas.

Amazon ha respondido reforzando su software para incluir simples juegos de palabras e incluso, proveyendo un API para que los desarrolladores creen aplicaciones para el Kindle. A finales de julio, Amazon reveló su lector electrónico de tercera generación, todavía llamado Kindle, que tiene una pantalla mejorada, una navegación más rápida y un chasis enteramente rediseñado. Aunque el dispositivo de 3G/Wi-Fi vale US$189, la versión de Wi-Fi solamente está valorada en US$139.

A pesar de la progresión en las características y en las aplicaciones, los principales argumentos de Amazon y de Barnes & Noble son sensatos para los amantes serios de la lectura. Primero, el hardware del lector en blanco y negro ofrece un mejor entorno para leer libros que las tabletas basadas en LCD de colores. Segundo, mientras que la Apple iPad funciona 10 horas con una carga de la batería, el nuevo Amazon Kindle está clasificado en más de tres semanas con el radio 3G encendido. Y los lectores con pantallas de E-Ink son perfectamente visibles a la luz del sol, a diferencia del LCD de la iPad.

Aunque Amazon nunca ha compartido sus cifras de venta del hardware, la compañía dijo este verano que sus ventas de libros electrónicos han superado a las ventas de libros impresos en un 80 por ciento. También alega que controla de un 70 a un 80 por ciento del mercado de los libros electrónicos (un estimado que confirman otros datos de mercado; por ejemplo, el autor James Patterson vendió 1,14 millones de libros electrónicos, de los cuales 867.881 eran libros de Kindle).

Barnes & Noble dice mantener un 20 por ciento y Apple alega un 22 por ciento del mercado de libros electrónicos. Aunque esas cifras no cuadran, demuestran que para todos los participantes de este segmento del mercado el objetivo no es tanto el hardware como las ventas de libros electrónicos.

Queda mucha contienda por delante

Puede que Amazon haya consolidado su liderazgo entre los dispositivos dedicados de E-Ink (el Kindle más reciente se agotó a la semana de salir a la venta), pero la compañía todavía se enfrenta a los embates de Barnes & Noble, de Sony y de las tabletas como la Apple iPad y otras tabletas actuales y futuras de Android creadas por Archos, Dell, Samsung, Velocity Micro, Verizon y otros.

Lo que está claro en este momento es que el nuevo Amazon Kindle pondrá presión sobre las marcas de lectores menos conocidas (aproximadamente una docena, encabezadas por Aluratek, Bookeen y Kobo) que tendrán que responder con recortes de precio. Pero ninguna de estas compañías lo ha hecho —y dados los magros beneficios los fabricantes pequeños de libros electrónicos, no podrán igualar los precios agresivos de Amazon y de Barnes & Noble.

Más competidores han prometido sus propios lectores electrónicos. El más reciente viene de Sharp: más adelante este año, la compañía introducirá un dispositivo de lector electrónico que podrá leer un nuevo formato de archivo exclusivo. Sharp dice que el dispositivo estará disponible inicialmente en el Japón; más tarde Sharp y su socio Verizon Wireless pondrán el lector a la venta en los Estados Unidos de América.

El debut del Kindle Wi-Fi de US$139 despierta una incógnita: ¿Tienen sentido todavía los lectores electrónicos económicos de marcas menos conocidas? La respuesta corta es que no. Las marcas pequeñas tienen poco que ofrecer; su hardware (como el caso del Kobo de US$139) frecuentemente no es elegante y es más difícil de usar, carecen de conectividad de Wi-Fi o 3G, y dificultan más la adquisición de libros que los dispositivos de Amazon, Barnes & Noble y Sony, los cuales tienen acceso incorporado a sus librerías.

El Kindle de tercera generación ha cambiado el panorama de los lectores electrónicos. Considerando sus características, el portavoz de un posible fabricante de lector electrónico se preguntó: “A ese precio, ¿quién puede competir?”.

-Por Melissa J. Perenson

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