Los 3 que se pueden ir

El año que recién comienza puede traer grandes sorpresas en la industria de las TI. Más allá de los nuevos procesadores que nos ofreceran Intel y AMD, o de las nuevas corrientes de software de IBM o SAP, la industria de las TIC puede ver desaparecer a unas marcas que fueron y son emblemáticas. Me refiero a Sun, Palm y Motorola (en telefonía).

Pero esto no es algo que se me haya ocurrido solamente a mí. Realmente lo he leído en varios blogs y publicaciones en la red, y me parece tan acertado que por eso lo comento.

Empecemos por Sun –quizás el que más posibilidades tiene de sobrevivir. Hasta hace pocos meses era una marca de gran interés para muchos. IBM intentó adquirirlos sin éxito. Pero las trabas que le ha puesto la Comunidad europea a la compra por parte de Oracle, y la mala administración a que nos tiene acostumbrados, terminarán por borrar el valor de la marca en breve si no se hace algo. Europa puede –al querer defender el software libre—terminar con Java y MySQL, o al menos ponerlos en un limbo que les afecte seriamente.

Mientras, Palm, se desvanece ante los ojos de sus seguidores, al haber tomado decisiones incorrectas, una tras otra. El nuevo sistema, y el nuevo teléfono –a los que tanto le han apostado– parecen haber llegado tarde y con poco ruido. Las ventas no han levantado lo que se espera, y Android, OS X y el mismísimo Windows Mobile, no parecen dejarle espacio. (Por cierto PALM…la época de los PDA ya pasó, podrían apostar a los PocketBook y todavía estar entre los primeros en el mercado).

Motorola por su lado, tiene que luchar con una hidra con cuatro cabezas. Una es Apple, otra es RIM, otra se llama Nokia y la última se llama Arrogancia. Quizás a algunas de las tres primeras cabezas del monstruo las puedan domar. Pero la cuarta es diferente. Cada vez que la golpean, sangran ustedes mismos. Tomar un paseo por Asia, y darle un vistazo a las estrategias de Samsung y LG no les haría daño. Pero sería aún mejor si se concentran en ver lo que hacen ZTE y Huaweii, por nombrar dos marcas que han crecido como la espuma. Haberse desecho de su empresa de dispositivos embebidos –Freescale—no luce ahora como una decisión acertada. Sus teléfonos son aburridos, lentos y caros. ¿Necesitan otra pista? Volteen hacia su división de radios, que allí si lo están haciendo bien.

-Alcídes León

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