La publicidad en teléfonos móviles basada en la ubicación recibe el visto bueno

Usted no la verá a menos que opte por recibirla y los anunciantes no tendrán sus datos personales.

Los futuros anuncios publicitarios encaminados a CBS Mobile por medio de una compañía llamada Loopt sabrán donde usted se encuentra. Y Loopt modificará los anuncios basándose en esa ubicación física.

Las implicaciones de la utilización de tales servicios basados en la ubicación –que ahora están comenzando a aparecer en EE.UU.– con respecto a la privacidad son enormes, pero las compañías parecen haber tomado las decisiones correctas para protegerla.

Así es como funcionarán las cosas, dice Cyriac Roeding, vicepresidente administrativo de CBS Mobile: primero, usted tiene que optar (más o menos) por recibir los servicios basados en la ubicación para otros fines además del número 911 de emergencia en su teléfono. Cómo se les llamará a estos servicios y los pasos que tendrán que seguirse para activarlos variarán según el teléfono y el proveedor, pero la configuración será general y no mencionará los anuncios.

Si el proveedor de su servicio telefónico y usted aceptan usar Loopt, el servicio obtendrá los datos de ubicación del teléfono, usando la triangulación de las torres celulares en vez de GPS. Al principio, solamente los clientes de Sprint y de Boost Mobile podrán recibir el servicio, por medio de sitios de Sports Mobile y CBS Mobile vistos en el navegador de sus teléfonos. Loopt coloca un anuncio basado en la ubicación (por ejemplo, para un restaurante cercano) en lugar de anuncios que pueden ser menos pertinentes y que normalmente aparecerían en esas páginas.

Y ahora lo relativo a las medidas de privacidad: Roeding dice que el proceso de Loopt/CBS Mobile no asociará los datos de ubicación del teléfono con el usuario (por ejemplo, enviando un número de teléfono o nombre de cuenta con la ubicación) y que el servicio no guardará la información relacionada con la ubicación de los usuarios.

Estas son medidas positivas desde el punto de vista de la privacidad, como también lo es la decisión de sustituir solamente los anuncios que ya iban a aparecer. Si de todas maneras tengo que ver un anuncio, por qué no ver uno más pertinente. Por eso estoy de acuerdo con Ari Schwartz, director del Centro para la Democracia y la Tecnología, quien dice que –aunque podrían hacer las cosas mejor– las compañías están tomando el rumbo correcto en su mayor parte. Lo ideal hubiera sido que el usuario recibiera un indicador, como un pequeño icono en el teléfono, que le pusiera sobre aviso cuando los datos de ubicación estaban siendo utilizados para mostrar un anuncio. Y el usuario debería tener asimismo la opción de cambiar esa opción sobre la marcha, dice Schwartz.

Pero claramente las cosas podrían ser peores. Por coincidencia, recibí un AT&T ServiceGram mientras estaba escribiendo esta columna. La carta decía que AT&T quería compartir los datos de los servicios que compro y cómo los utilizo (pero no mi número de teléfono, mi nombre, ni mi dirección) con las compañías de AT&T para propósitos de mercadeo. Y para colmo, a menos que yo me opusiera explícitamente, visitando un sitio de la Web o enviando una respuesta, AT&T haría con mis datos lo que quisiera.

Una política donde hay que darse de baja (en lugar de darse de alta) es una mala manera de ganar mi aprobación para el uso de mis datos privados y francamente me enfureció. El riesgo de los servicios basados en la ubicación es que una compañía con una actitud tan arrogante y hostil sepa dónde nos encontramos en cada momento del día.

-Por Erik Larkin

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