La vista del Mauna Kea ofrece una perspectiva de los logros y retos de la tecnología
La cima del volcán Mauna Kea en Hawaii presenta un gran contraste con las playas y tibias guas que rodean la isla en el pacífico. Aquí a 13.800 pies de altura hay todavía una gran capa de nieve y temperaturas debajo de cero cuando el sol cae.
Esas no son las buenas condiciones que atraen a millones de turistas a Hawaii cada año, pero el aire limpio y las noches estrelladas en la cima del Mauna Kea atraen astrónomos, aficionados y profesionales. Con 13 telescopios la cima del volcán es el mayor observatorio óptico, infrarrojo y de onda sub milimétrica del mundo.
La tecnología en la cima del volcán sumergida en el duro clima, me recuerda las diferencias que la Internet ha causado a muchas vidas en los últimos 15 años.
Recordando al FTP
En 1993 cuando me conecte por primera vez a la Internet, era, por supuesto, muy distinta a la Internet actual. Sin mencionar las horas que pasé configurando el Trumpet Winsock networking sobre Windows 3.1 para poder conectarme a una red TCP-IP –las conexiones eran lentas, y Yahoo tenía unos pocos miles de páginas de enlaces. Pero eso no evitó que me conectara.
En aquellos días, algunos de mis destinos favoritos fueron los sitios de US FTP y US telnet que permitían acceso a imágenes de clima tomadas por satélites e imágenes del tipo de as que capturan los telescopios de Mauna Kea hoy día. Había algo muy entretenido en conectarse en esos sitios y descargar las imágenes en mi PC. Me hacía sentirme cómo un hacker en una película futurista o algo similar.
Hoy las señales de celulares pueden recibirse en el tope del Mauna Kea, por lo que conectar con una PC portátil es posible para acceder a imágenes que llegan directamente de alguno de los telescopios. Después de que la luz viaja por millones de años luz para alcanzar la tierra y los sensores de imagen en el telescopio, los electrones levan esa imagen a través de los servidores y después de un pequeño salto a través de la red celular, terminan en mi PC.
El contraste da vueltas en mi cabeza gracias a una investigación que acabo de terminar acerca de los primeros años de Yahoo. Revisando viejas páginas Web a través del Archivo de Internet me trajo una oleada de recuerdos de mis primeros años accediendo a la WWW usando el navegador de la NCSA y visitando mis páginas favoritas.
Alcanzando el futuro
Ciertamente el romance se ha ido y la Internet se ha convertido en un servicio básico que esperamos encontrar en cualquier lado –al menos en las naciones ricas y desarrolladas.
Un reporte publicado por la Organización para la cooperación económica y el desarrollo (OECD) describe la contribución de la Internet a nuestras vidas y las contribuciones potenciales que ese y otros sistemas de comunicación pueden brindarle a los billones de personas que aún no están conectadas. Cerca del 80% de la población mundial no tiene acceso a la Internet, pero cada vez más personas se conectan. Como resultado de esto el salario diario promedio de los nuevos usuarios es de cerca de US$2, según dijo la organización basada en París.
La meta es ahora lograr que esas personas logren sacar ventaja de la Internet y obtengan los mismos beneficios que la Internet y otros sistemas de comunicación han brindado en la pasada década.
Volviendo a la cima del Mauna Kea y con el sol en el poniente, los astrónomos aficionados están listos para disfrutar de una noche de observación de estrellas. Sin importar todos los avances que la Internet ha traído consigo, dándonos acceso a los cielos, gracias a los grandes telescopios aquí, no hay nada como vivirlo en persona.
Martyn Williams, IDG News Service