El próximo paso en la búsqueda: más allá de las palabras

Me encanta buscar. Es una de las cosas que las computadoras pueden hacer mucho mejor que las personas. Fui testigo por primera vez de esta magia en 1989, cuando las herramientas de búsqueda en el escritorio me dieron una manera innovadora de ver el contenido de mi unidad de disco duro. Y cuando la búsqueda llegó a la Internet representó la diferencia entre la frustración y la libertad.

Los mejores motores de búsqueda de hoy –que, como indica el “Duelo de los motores de búsqueda” en esta misma edición, tienden a ser diversas encarnaciones de Google– tienen bien dominada la información en lo que a texto se refiere. Si el material está disponible públicamente en la Red y no enterrado en alguna base de datos, usted generalmente lo encontrará sin dificultad. No hay mucho más que la búsqueda pueda hacer, excepto quizá simplificar las cosas para esas personas que rehúsan aprender cómo hacer consultas más pertinentes.

Pero quedan muchas innovaciones por hacer. Los teléfonos son un plataforma prometedora. Para encontrar números de teléfono, Google Mobile ya trabaja mejor que los directorios en línea dedicados y la costosa asistencia de las compañías telefónicas, pero no sirve de mucho si usted está tratando de mantener la vista en la carretera.

La próxima innovación (y no hay duda de que es una de las razones que impulsaron a Microsoft a comprar Tellme Networks, una compañía pionera en el uso de la voz) es la búsqueda en teléfonos que usted controla mediante la voz, en vez de pulsar teclas. Me quedan dudas, sin embargo. Los servicios subvencionados por publicidad probablemente le harán perder tiempo con comerciales antes de ofrecerle ayuda. Y, sin una pantalla, ¿cómo puede usted revisar rápidamente los múltiples resultados que necesitará cuando el sistema no le entienda perfectamente?

Ya sea hablando o tecleando, la búsqueda de texto trabaja con lo que hay: nadie tiene que catalogar algo para que usted lo pueda encontrar. La próxima gran frontera de la búsqueda implica cosas que no contienen texto, específicamente las imágenes, el audio y el vídeo. Cuando los motores de búsqueda suponen que el texto que está junto a una imagen describe la foto, a veces tienen razón… pero no siempre.

Escriba ‘dahlia’ en Google Image Search, por ejemplo, y verá cuadros bonitos de flores y un par de extrañas ilustraciones nada florales en sitios japoneses de la Web. Pruébelo en Microsoft Live Search (http://www.live.com) y 18 de las primeras 20 imágenes están relacionadas con el famoso caso de asesinato conocido como Black Dahlia [La dalia negra].

Oiga, si yo hubiera querido ‘black dahlia’ entonces lo habría escrito así, y cuando lo hiciera, Google presentaría las horripilantes imágenes y los carteles de la película que yo podía esperar. Esta diferencia en la exactitud es una de las razones por las que, en la vida real, uso Google constantemente y nunca el servicio de Live. También explica hasta cierto punto por qué Microsoft, según se dice, ha ofrecido una recompensa a las empresas cuyos empleados utilizan su oferta de tercera clase.

Incluso Google sale a menudo con imágenes que no responden a lo pedido. Una y otra vez cuando busco una foto de alguna persona que no es famosa, obtengo imágenes de las cubiertas de sus libros o de alguna presentación en PowerPoint que realizaron en algún lugar. Lo siento, pero no era eso lo que yo quería.

Por ahora la solución para las búsquedas de contenido sin texto suelen ser las etiquetas (como hemos visto en sitios como Flickr), donde un ser humano asigna palabras claves a las fotos y cosas por el estilo. Por lo general, el método funciona, pero si la catalogación es incorrecta o no existe, usted no obtendrá buenos resultados.

No obstante, se están ensayando otras muchas ideas inteligentes. Podzinger (http://www.podzinger.com) convierte los podcasts en texto, y entonces crea un índice de todo su contenido. Y algunos servicios analizan los cortos de televisión creando índices de los subtítulos para sordos que llevan integrados. Pero mientras alguien no desarrolle algoritmos que reconozcan a “un tipo patón bailando el Danubio Azul de Strauss” basándose sólo en el vídeo y el audio, las búsquedas de texto probablemente seguirán devolviendo los resultados más satisfactorios.

–PC World 

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