¡Más vale que mejore esa aplicación!

Cada vez son más los productores de software que fuerzan a los usuarios a comprar mejoras que ellos no quieren.

Como hacen todos los usuarios responsables en estos tiempos, Dennis McGuire tiene el cuidado de mantener su PC libre de virus. Hasta hace poco, este estadístico radicado en Minneapolis utilizaba Norton AntiVirus para defenderse de las plagas cibernéticas y nunca había tenido problemas.

Pero la pasada primavera, cuando McGuire trató de bajar las últimas definiciones de virus de Symantec, recibió un mensaje que decía que las definiciones no se podían encontrar. Perplejo, McGuire llamó al departamento de asistencia de Symantec, y rápidamente tropezó con otro muro.

El problema es que McGuire estaba usando Norton AntiVirus 2002, versión para la que Symantec ya no ofrece asistencia. "El representante con quien hablé fue muy atento, pero firme", dice McGuire. "Me dijo que si quería que mi suscripción trabajara, tendría que comprar una nueva versión de Norton AntiVirus". La mejora le costó alrededor de US$40, encima de los US$20 que había pagado hacía sólo seis meses para renovar por un año su suscripción de actualizaciones de definiciones de virus.

McGuire dice que respeta la decisión de la compañía de interrumpir la asistencia a sus productos más viejos, una práctica conocida como “sunsetting” (o el ocaso). No obstante, él argumenta, "Pagué por mi suscripción actual y Symantec sabía que lo que yo tenía era una versión más vieja de NAV. Lo que tenían que haber hecho era aceptar los términos de nuestro acuerdo original, sin forzarme a hacer una compra adicional".

Confusión con las mejoras

La directora de administración de productos de Symantec, Laura García-Manrique, explica que históricamente Symantec solamente ha ofrecido hasta 12 meses de asistencia para cada versión; después de eso, la compañía ofrece una asistencia limitada, si es que la ofrece. Ella reconoce que la diferencia entre las actualizaciones de la aplicación y las actualizaciones de las definiciones de virus confunde a muchos consumidores.

Según García-Manrique, esta ambigüedad es una razón por la que la compañía ha cambiado de un modelo tradicional de licencias de usuario a un modelo que se basa en suscripciones y en el cual los clientes pagan una cuota anual a cambio de actualizaciones automáticas continuas. Por ejemplo, Symantec vende su Norton AntiVirus 2006 de dos maneras: por US$40, incluido un año de protección, o por US$60, con dos años de cobertura. "Ahora los clientes que pagan una cuota anual pueden esperar una protección total todo el tiempo, sin preocuparse por los diferentes niveles de asistencia", afirma ella.

Por supuesto, Symantec no es la única que aboga por la obsolescencia planificada. El año pasado, recibimos noticias de decenas de usuarios de Quicken que se mostraron inconformes cuando Intuit eliminó la asistencia para Quicken 2001 y 2002 y, al hacerlo, incapacitó la funcionalidad en línea de esos programas (vea find.pcworld.com/50010). Insultados por esta actitud, muchos usuarios de Quicken recurrieron a Money, el producto rival ofrecido por Microsoft, solamente para encontrarse con un esquema de actualizaciones aun más estricto. Microsoft requiere que los usuarios de su popular aplicación de finanzas compren una mejora cada dos años para continuar usando importantes funciones en línea (vea find.pcworld.com/50012).

También hemos recibido quejas de vendedores que ponen limitaciones a las versiones más antiguas de JASC Photo Album de Corel, MathCAD de Mathsoft y otras aplicaciones. Mientras tanto, cualquier cliente corporativo de Microsoft que quiera obtener la mejora Windows Vista debe inscribirse en el cuestionable programa de licencias Software Assurance de esa compañía, que requiere el pago de una cuota anual para usar el software en vez de comprar una licencia de usuario.

El representante de Intuit, Chris Repetto, defiende la decisión de su compañía de cancelar la asistencia a las versiones más antiguas de Quicken: "El retiro de las versiones más viejas nos permite concentrar nuestros recursos en la asistencia a los productos más recientes, que son usados por la gran mayoría de los clientes de Quicken". Repetto también dice que Intuit dio a los usuarios de su software cuyo respaldo iba a caducar otros cinco meses para que compraran la mejora por US$40, US$20 por debajo del precio al detalle del producto.

Los representantes con quienes hablé en diferentes compañías citaron aumentos y características adicionales como maneras de incentivar a los usuarios a que mejoren. Para muchos, la funcionalidad extra bien pudiera valer el costo adicional. Pero con demasiada frecuencia, dicen los usuarios, están siendo forzados a pagar por cosas que no quieren ni necesitan.

Presionado a mejorar

Sheryl Clark, una consejera financiera basada en Tucson, Arizona, ha venido usando Quicken desde 1991 y sigue recomendándolo a sus clientes, pero aun así critica la presión por mejorar. "Al principio, encontré que las mejoras valían el tiempo y el dinero", dice ella. "Pero en unos cuantos años, ya tenía todas las funciones que la mayoría de los usuarios necesitaba. Ahora está repleto de cosas y es menos intuitivo. Desconozco cuál es la respuesta económica para las compañías de software, pero como usuario encuentro que la situación es frustrante".

Para muchas compañías de software, la respuesta económica pudiera estar en seguir el ejemplo de Symantec y moverse a servicios basados en la suscripción, en los cuales los clientes pagan una cuota recurrente a cambio de una aplicación consistentemente actualizada.

Noel Kuriakos, un gerente de productos en Macrovision, apunta a una ventaja de este enfoque: los clientes pueden escoger las actualizaciones y características que quieren en vez de tener que comprar una aplicación entera sólo porque el vendedor dice que es hora de hacerlo. "Usted puede desatar las características y seleccionar las que realmente necesita", recalca él.

De hecho, varios vendedores además de Symantec han adoptado ya el modelo de suscripción. Rhapsody y muchos otros servicios de contenido están basados en suscripciones, como lo están los servicios para pagar facturas en línea como Paytrust; las aplicaciones de seguridad como Lavasoft Ad-Aware y Webroot Spy Sweeper; las aplicaciones móviles como Intellisync Verichat; y algunos servicios de correo electrónico basados en la Web como SpamArrest. Un estudio publicado el otoño [boreal] pasado en la conferencia SoftSummit sobre las tendencias en la industria del software informó que el 60 por ciento de los vendedores de software probablemente ofrecerán aplicaciones basadas en suscripción para 2007.

Pagos perpetuos

Por supuesto, todavía existen cuestiones válidas sobre este nuevo mundo del software por suscripción. Para empezar, es probable que usted termine pagando más a largo plazo, ya que los pagos son regulares y continuos. Y algunos analistas predicen que un mercado de software basado en suscripciones pudiera afectar la innovación porque las pequeñas compañías no podrán pagar por las herramientas necesarias para desarrollar y mantener tales servicios (sin embargo, otros dicen que los modelos de suscripción podrían fomentar la experimentación, ya que los clientes sólo tienen que comprometerse a un año de pagos, en vez de hacer una compra importante que debe trabajar durante varios años).

Para evitar las costosas mejoras forzadas –o, por lo menos, para estar listo para ellas– la próxima vez que necesite comprar un nuevo paquete de software, empiece por investigar el ciclo de vida del producto. ¿Con qué frecuencia produce la compañía mejoras importantes y cuándo fue la última vez que lo hizo? Si usted sospecha que un producto está cercano al fin de un ciclo de mejora, espere por la actualización o considere un producto comparable. Además, ¿cuál es el historial de asistencia de la compañía para las versiones de sus productos más viejos?

Antes de decidirse, lea el acuerdo de licencia del usuario final (EULA), aunque necesite una o dos tazas de café para no dormirse. La mayoría de las compañías de software legítimas publican EULA en sus sitios de la Web para que usted pueda leerlos antes de comprar; si no lo encuentra, pídale una copia a la compañía.

Asegúrese de que comprende los detalles de la política de servicio y asistencia del vendedor, especialmente si el producto es una aplicación de seguridad. Si tiene alguna duda, llame al vendedor y pida que se la aclaren. Finalmente, busque otros comentarios en los foros de usuarios en línea, grupos de ayuda y recursos como esta revista.

Después de todo, el cliente es usted. La política de ocaso de un vendedor de software no debe tomarle por sorpresa.

Dennis McGuire pagó por las definiciones de virus, pero luego tuvo que comprar una nueva versión de su programa.

Más criminales rastrean lo que usted escribe en el teclado

Esos programas que registran en secreto todos los caracteres que usted escribe se están volviendo mucho más comunes, según dicen los analistas de seguridad, pues los criminales los utilizan para robar las contraseñas y los nombres de usuario de cuentas financieras y de otra índole.

Websense, una firma de seguridad de computadoras, informa que muchos carteristas cibernéticos prefieren estos programas que rastrean los golpes de teclas en lugar del phishing para robar contraseñas. Por ejemplo, a diferencia de los que se valen del phishing, los malhechores que usan los rastreadores del teclado no tienen que crear sitios falsos elaborados en la Web para que las personas divulguen sus contraseñas bancarias. En vez de esto, los estafadores simplemente esperan a que una víctima visite el sitio verdadero. Su programa de rastreo registra entonces las teclas que la persona golpea para acceder al sitio y envía los datos a los criminales.

Websense dice que el número de programas rastreadores de teclas que usan los criminales aumentó más del doble entre abril de 2005, cuando había 77, y julio de 2005, cuando la compañía detectó 179.

A principios de 2005, los criminales usaron uno de estos programas para descubrir la contraseña de una computadora que realiza transferencias electrónicas de divisas al banco Sumitomo Mitsui en Londres. Los policías se enteraron del complot para robar US$420 millones antes de que los malhechores pudieran ejecutar la transferencia. Arcot Systems, que desarrolla programas que impiden la grabación de teclas y el phishing, dice que los crímenes relacionados con el robo de contraseñas resultan en US$2.750 millones en pérdidas cada año.

Para combatir la amenaza, muchos bancos en línea han comenzado a usar teclados en software en las páginas de acceso de sus sitios de la Web. Como usted escribe su contraseña o PIN haciendo clic sobre botones que aparecen en la pantalla en vez de escribir los números o las letras en su teclado, este diseño puede burlar a un simple rastreador de teclas. Y como el teclado de software de Arcot cambia constantemente los nombres en sus teclas virtuales, los malhechores no pueden saber qué número usted ha pulsado si graban la posición del puntero del ratón en la pantalla cada vez usted pulsa.

Por supuesto, los bribones siempre contraatacan. Algunos dirigen sus programas de rastreo de teclas a los sitios de instituciones financieras que no usan teclados de PIN en software u otros métodos avanzados de seguridad. Otros malhechores están reforzando su arsenal con programas que pueden captar una imagen de la pantalla cada vez que usted pulsa un número en un teclado de PIN en la pantalla.

Sin embargo, si usted utiliza un software cortafuego, mantiene su software antivirus al día y no emplea programas que recibió por correo electrónico o por medio de un mensaje instantáneo, es muy probable que pueda detener al programa rastreador de teclas antes de que le haga daño. La mejor manera de determinar si un rastreador de teclas está activo en su PC es examinando el sistema regularmente con una buena herramienta de contraespionaje, como Spy Sweeper de Webroot Software.

Andrew Brandt

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