Honeywell dice tener la computadora cuántica más potente del mundo

Honeywell dice tener la computadora cuántica más potente del mundo

El sistema de trampa de iones de 6 qubits alcanza un punto de referencia crítico

No solamente están reclamando el derecho de tener el sistema computacional más potente del planeta, lo hacen en plena pandemia. Lo que se traduce en un mérito doble.

Honeywell dice tener la computadora cuántica más potente del mundo, registrando un total de 64 qubits, superando al sistema cuántico que desarrolló IBM, y hasta la fecha era el más potente con un volumen cuántico de 32.

Hace tres meses, Tony Uttley, presidente de Honeywell Quantum Solutions, dijo a IEEE Spectrum que “esperan lanzar dentro de los próximos tres meses lanzar la computadora cuántica más poderosa del mundo”.

Honeywell dice tener la computadora cuántica más potente del mundo

En el preciso instante que pasaron los tres meses, la compañía afirmó que habían logrado el volumen cuántico, es esencialmente una medida combinada del número de qubits físicos, qué tan conectados están y qué tan propensos a errores son. Para el sistema de Honeywell, que tenía 6 qubits, ese número ahora es 64, superando los 53 qubit del sistema de IBM, que tenía un volumen cuántico de 32.

No obstante, el volumen cuántico no es un punto de referencia universalmente aceptado. Tiene una relación poco clara con el objetivo de “supremacía cuántica” que Google reclamó en 2019. Comparando una computadora cuántica con el máximo rendimiento teórico de las computadoras clásicas.

Pero Uttley dice que es la mejor medida hasta ahora. “Toma en cuenta más que la cantidad de qubits físicos que tiene”, dice. Simplemente por el número de qubits no funciona. “No necesariamente obtienes todos o incluso ninguno de los beneficios de los qubits físicos” en los cálculos reales.

Cómo funciona la computadora  cuántica de Honeywell

La computadora de Honeywell utiliza iones de iterbio atrapados por un campo electromagnético dentro de una ranura estrecha construida en un chip. El qubit está representado por el estado de rotación del electrón más externo del ion y el de su núcleo. Los qubits se manipulan con láser y se pueden mover alrededor de la trampa para llevar a cabo algoritmos.

Gran parte de la ventaja del volumen cuántico de este sistema proviene del tiempo que los qubits pueden mantener su estado antes de que el ruido los corrompa y bloquee el cálculo. En la trampa de iones, duran segundos, a diferencia de los microsegundos de muchos otros sistemas.

Uttley dice que este largo “tiempo de coherencia” permite mediciones en el circuito medio, una versión cuántica de declaraciones de programación if / then, en algoritmos cuánticos.

El desafío del COVID-19

Debido a COVID-19, la mayoría de los Estados Unidos entró en confinamiento pocas semanas después de la predicción de Honeywell. Así que alcanzar la meta era poco esperado y fue un reto para el diseño de nuevos flujos de trabajo. “Tuvimos que rediseñar la distribución física de los laboratorios para mantener la distancia social”, incluida la adición de divisores acrílicos, explicó Uttley. Solo el 30 por ciento del equipo que forma parte del proyecto trabajó en el sitio.

“Hicimos una tremenda cantidad de automatización”, dijo Tony Uttley, presidente de Honeywell Quantum Solutions.

Computación cuántica en la nube

Uttley además explicó que la computadora cuántica está diseñada para ser utilizada de forma remota. La compañía planea ofrecerlo como un servicio en la nube. Y los socios, como el banco JP Morgan Chase, ya están ejecutando algoritmos en este sistema. Estando esta última interesada en algoritmos cuánticos para la detección de fraudes, la optimización de estrategias comerciales y la seguridad.

En términos más generales, los clientes desean explorar problemas de optimización, aprendizaje automático y química y ciencias de los materiales.

Uttley predice aumentos de 10 veces en el volumen cuántico en los años siguientes. Su confianza proviene de la naturaleza del sistema de trampa de iones que su equipo ha desarrollado. “Es como si hubiéramos construido un estadio, pero en este momento solo ocupamos un puñado de asientos”.