Cualquiera que siga un poco la actualidad de las TIC sabe que los dispositivos para llevar puestos son una clara tendencia en auge. IDC acaba de certificarlo con cifras; en un año se han triplicado las ventas de este tipo de dispositivos, y no se queda ahí. También aventura que crecerá un 500 por cien en cuatro años.
En su análisis de las previsiones recién publicado, IDC cifra el mercado mundial de wearables en 19 millones de unidades este año y casi 112 millones en 2018, tras crecer cada año una media del 78,4 por cien.
Se observan en el estudio tres tipos diferentes de equipos, las pulseras que registran la actividad física como, por ejemplo, los dispositivos Fitbit, denominados “Accesorios Complejos”, con los que es necesario estar enlazados a un móvil, aunque en diverso grado. Y los relojes smartwatch, tratados de “Accesorios Inteligentes”.
El responsable del informe de IDC, Ramón Llamas, sostiene que los denominados “complejos” son en realidad los más simples y los que mejor se venden ahora mismo, puesto que el usuario final aprecia su simplicidad en diseño y funcionalidad, por encima de cualquier otra cosa.
En cuanto a los accesorios “inteligentes” (ahí se encuadran los relojes inteligentes, como Pebble y Galaxy Gear, dispositivos que aunque requieren teléfonos para funcionar, pueden utilizar aplicaciones de terceros y ofrecen muchas más funciones), el informe de IDC sostiene que aunque no están listos para su venta masiva, seguirán madurando a medida que los usuarios comprendan mejor su propuesta de valor y los proveedores afinen sus ofertas.
Los productos que la firma define en la tercera categoría “wearables inteligentes”, digamos Google Glass, están en su infancia, según el experto. En la valoración de la consultora, les queda un largo camino por recorrer y no se esperan ventas millonarias hasta 2016.
Desde luego, que Google tendrá mucho que decir sobre eso, en especial cuando acaba de anunciar que está trabajando para llegar con las gafas a consumidores de mediana edad.
Sin duda, se trata de territorio comercial a punto de estallar y con toda una industria tecnológica, grandes y pequeños, a su alrededor. Y este mercado seguirá creciendo, pero es cierto que los proveedores tienen que trabajar en lo que los consumidores demandan: más sencillez y funcionalidad de los dispositivos.
Francisco Carrasco, PCWorld en Español
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