Reconocimiento facial más allá de Facebook

Reconocer personas por sus fotos en las redes sociales es sólo el comienzo. Cuando los funcionarios del gobierno y los anunciantes usen esa tecnología, ¿sufrirá la privacidad de los ciudadanos? A principios de este año, se formó un gran alboroto en la Internet con la noticia de que Facebook había presentado un programa de reconocimiento facial para sus servicios de fotos, lo que permitiría a los usuarios identificar automáticamente –y sin el permiso de ellos– a amigos que aparecían en las fotos. El uso de esa polémica tecnología puede estar ahora a punto de generalizarse. Por supuesto, el gobierno y las grandes compañías privadas tienen desde hace años acceso al software de reconocimiento facial. Pero ¿qué pasará con la privacidad cuando todos tengan acceso a esa tecnología? Ya hay negocios pequeños –e incluso personas individuales– que están creando usos impresionantes (y a veces alarmantes) para el software enfocado en la seguridad. En Las Vegas, los anunciantes utilizan el reconocimiento facial para dirigir publicidad a los transeúntes, identificando su sexo y edad probables, y mostrando entonces anuncios de productos considerados apropiados para ese grupo demográfico específico. Una nueva compañía basada en Chicago y llamada SceneTap enlaza la tecnología de reconocimiento facial con cámaras situadas en bares y clubes para que los usuarios puedan ver qué bares tienen la proporción más deseable (en su opinión) de mujeres a hombres antes de entrar en el lugar. Acción de la ciudadanía Como resultado de los disturbios ocurridos en Londres el pasado agosto, un grupo de ciudadanos en Google trató de utilizar los registros que se encuentran disponibles públicamente y el software de reconocimiento facial para ayudar a la policía en la identificación de los alborotadores. El grupo abandonó sus esfuerzos cuando la aplicación experimental para reconocimiento facial que utilizaron no produjo los resultados esperados. Y, por otra parte, a un hombre residente en Boston le fue revocada su licencia de conductor porque un reconocimiento facial de una base de datos que contiene las fotos de los conductores de Massachusetts [estado al que pertenece Boston] determinó que su licencia posiblemente era falsa. Más tarde, el gobierno concluyó que el sistema había confundido el rostro del hombre con el de otra persona. Cuídate hermano pequeño Usted no necesita el poder de un gobierno ni un gigante de la Internet para aprovecharse de este reconocimiento facial. En la conferencia de seguridad Black Hat de este año, celebrada en Las Vegas, los investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon (CMU) demostraron cuánto podían hacer con la tecnología disponible en el mercado. El equipo tomó fotos de caras y pasó las imágenes por un programa de reconocimiento facial llamado PittPatt (que Google recientemente adquirió). En menos de 3 segundos, el programa comparó las fotos de los investigadores de la CMU con las imágenes disponibles públicamente en Facebook y devolvió 10 concordancias posibles, junto con los nombres de las personas. El proceso resultó preciso más del 30 por ciento de las veces. El equipo entonces utilizó la información obtenida de los perfiles de Facebook para adivinar los lugares de nacimiento o las fechas de nacimiento de las personas que el software había identificado, y predijo correctamente los primeros cinco dígitos del número de seguro social de cada persona el 27 por ciento de las veces. No obstante, PittPatt no tiene la potencia de procesamiento necesaria para reconocer los rostros de los transeúntes en tiempo real. Como hay tanta información facial disponible en línea en lugares como Facebook y Flickr, el potencial de violar la privacidad individual es sumamente alto. La proliferación de las cámaras de televisión de circuito cerrado marcó un hito en la pérdida del anonimato, mucho antes de que el reconocimiento facial entrara en escena, pero las posibilidades que tienen las tecnologías recientes elevan la intromisión a un nuevo nivel de inquietud personal. Tras citar la “muy preocupante” exactitud de esa tecnología, Eric Schmidt dijo que Google probablemente no construiría un sistema de búsqueda que incluyera el reconocimiento facial. -John P. Mello, Jr.

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