AT&T-Mo: Más grande pudiera ser mejor

Algunos defensores del consumidor se están quejando. ¿Pero quién dice que la fusión de AT&T con T-Mobile no pudiera ser beneficiosa para la tecnología inalámbrica?

La noticia se conoció cuando esta edición iba a imprenta: AT&T adquiriría a T-Mobile por la nada despreciable suma de US$39.000 millones, creando así la compañía telefónica inalámbrica más grande de Estados Unidos. Muchas veces, las fusiones de compañías grandes tienen poco efecto inmediato en el usuario. Pero esta adquisición de AT&T se siente más personal.

Como consumidores, nos hemos acostumbrado a tener los más modernos teléfonos inteligentes y otros dispositivos que podemos llevar a cualquier parte. Pero esa tendencia nos ha dejado a merced de AT&T, Sprint, T-Mobile y Verizon para conectar nuestros dispositivos móviles a la Web. A nadie sorprende que Public Knowledge, el grupo de defensa de los derechos digitales, condenara rápidamente la adquisición como “inconcebible”, y augurara que la reducción del mercado de cuatro a tres compañías conduciría a “precios más altos, menos selección y menos innovación”.

Yo no estoy tan seguro de ello. La última vez que me fijé, los precios bajos son el resultado de la competencia, que se define como la rivalidad de por lo menos dos participantes. Incluso después de estas megafusiones, usted todavía tendrá tres rivales compitiendo por ser su proveedor inalámbrico. Y esto a mí me suena como competencia. Y mientras se apliquen las reglas normales del mercado, los consumidores continuarán teniendo opciones.

¿Gana en velocidad?

Un monstruo creado por la fusión de AT&T con T-Mobile también tendrá el tamaño para implementar su nueva red LTE más rápidamente y por un costo más eficiente. Con el tiempo, esa capacidad debe resultar en velocidades 4G más altas y mayor disponibilidad inalámbrica de banda ancha para los clientes de AT&T (y los antiguos clientes de T-Mobile). También obligará a Sprint y a Verizon a continuar invirtiendo en sus redes.

¿Por qué es importante esto? “Los consumidores tienen un apetito insaciable por la banda ancha inalámbrica”, dice nuestro redactor principal Mark Sullivan, autor de “¿Cuál 4G es más rápida?” (en esta edición), que presenta los resultados de nuestras pruebas prácticas de 4G. Nuestra prueba demuestra exactamente cómo las cuatro grandes compañías han estado mejorando agresivamente sus redes y agregando capacidades 4G en los últimos 12 meses. Pero los resultados también sugieren que queda mucho trabajo por delante para satisfacer la demanda de banda ancha móvil.

“Los proveedores del servicio telefónico están siendo forzados a moverse hacia las redes de próxima generación para ofrecer la capacidad necesaria”, apunta Sullivan.

“Esta es una carrera armamentista”, agrega, “y los consumidores pudieran salir ganando”.

-Steve Fox es el director editorial de PCWorld.

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