El pasado mes de octubre llegó a su fin el Concurso de Fotografía, que esta vez fue auspiciado por la compañía Panasonic y nuestra revista.
Mientras estuvo abierta la convocatoria, recibimos en nuestra redacción una gran cantidad de fotografías de lectores de países como México, Colombia, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Argentina, Uruguay, Chile, Honduras, Cuba…y hasta de España y Estados Unidos. Esta masiva participación nos brindó una medida de lo que ha evolucionado la fotografía digital en la región.
De la gran cantidad de fotos se escogieron 30 finalistas, 10 por cada una de las tres categorías concursantes: Mascotas, Familia y Vacaciones, y de ellos se escogieron los tres ganadores.
A continuación, los tres ganadores y los finalistas por cada una de las categorías:
Categoría: Familia
Ganador: Laura Sotomayor
Título: “Lo logramos abuelo”
Cámara utilizada: Panasonic Lumix DMC-LZ3
Motivación: “La foto fue tomada en la mesa del comedor de mi casa. Después de la comida, mi esposo, el abuelo, enseñó a nuestro nieto a hacer un barquito de papel, al terminarlo el nieto exclamó ¡Lo logramos abuelo! Eso me inspiró a tomar la foto”.
Categoría: Vacaciones
Ganador: Alejandro Muñoz
Título: Moros y Cristeros
Cámara utilizada: Panasonic Lumix DMC-LZ1
Motivación: “La fotografia la tomé el dia 7 de agosto del 2007 afuera de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán en la comunidad de Izucar de Matamoros al sur del estado de Puebla (México), más o menos a las 7:50 de la noche en la víspera de su festejo. Así es que entre danzas, voladores de pantalla y la batalla entre Moros y Cristianos me llamó la atención el colorido de sus vestimentas, así como su ritual de la batalla. Adornaron una barca con papel de china y utilizaron fuegos artificiales. Estos festejos los realizan los barrios que conforman a esta comunidad en la mayoría de las iglesias”.
Categoría: Mascota
Ganador: Antonio del Castillo
Título: Petizo
Cámara utilizada: Panasonic Lumix DMC-FZ5
Motivación: “El domingo 23 de octubre de 2005 formé parte de una excursión a dos horas de la ciudad de Lima, en el Distrito de Matucana. Eran las 3:33 de la tarde cuando el grupo terminaba de visitar un establo de la zona, todos nos detuvimos al advertir que una tortuga se encontraba en medio del camino acosada por el ladrido de algunos perros. Quedé sorprendido cuando detecté que no éramos los únicos espectadores; lo fue también PETIZO, que no quiso perderse el espectáculo, quien conservando su discreta posición capturó mi atención ante un inigualable cuadro con fondo de color rojo indio en el que resaltaba su menuda e inocente figura felina que por siempre dejó grabada, en mí y en mi cámara, su tierna mirada cómplice de su curiosidad”.