Fraude electrónico: cómo evitar ser engañado

 

El “fraude electrónico” difiere de otros tipos de estafa principalmente en la escala del fraude que puede cometerse. Tomar conciencia es el primer paso importante en la prevención.

El “fraude electrónico” es una forma especialmente engañosa para estafar a las personas a través de Internet. Los clientes de bancos e instituciones financieras a menudo son los blancos principales para los “estafadores electrónicos” quienes los engañan para que divulguen información personal delicada como números de tarjeta de crédito o débito y números de identificación personal (PINs), al hacer ofertas falsas usando correos electrónicos y sitios Web fraudulentos. La técnica también se usa para robar identidades.

Una de las razones por las cuales el fraude electrónico es tan exitoso es que los correos electrónicos vinculan a la víctima a sitios Web que parecen oficiales donde los atacantes utilizan imágenes, logotipos y textos extraídos de sitios de empresas genuinas para hacer que ofertas falsas parezcan legítimas.

El “fraude electrónico” se realiza frecuentemente a gran escala, ya que se dirige a cientos de miles de clientes a la vez: en algunos ataques se incluyen hasta más de un millón de correos electrónicos fraudulentos. Dependiendo del fraude, los niveles de respuesta pueden ser tan bajos como uno por ciento o altos como un 20% por ciento. Cuando se trata de altas cifras, las posibles recompensas financieras pueden ser fenomenales.

Existen algunos pasos simples que puede tomar para evitar ser sorprendido por un fraude electrónico. La forma más inmediata es revisar que la dirección Web (URL) sea la misma que la de la empresa real. Si no es así, no confíe y revise más aún antes de entregar algún tipo de información personal.

Ya que es muy poco probable que las formas estándar de verificación de identidad cambien a corto plazo (por ejemplo, los números del seguro social y nombre de soltera de la madre de alguna persona), aún será necesario entregar este tipo de información.

Sería prudente adoptar las siguientes reglas de protección:

Usar detectores de spam para bloquear correos electrónicos maliciosos o fraudulentos

Aplicar filtros para detectar y borrar en forma automática software malicioso

Utilizar un software para bloquear el envío de información importante a terceros con intenciones maliciosas

Implementar soluciones de software de buena calidad antivirus, filtros y contra programas espía como McAfee Internet Security Suite

 

Las empresas también pueden ayudar a sus clientes a protegerse mediante:

El establecimiento de políticas corporativas para el contenido de los correos electrónicos

La entrega a los clientes de una manera para validar los correos electrónicos

Establecimiento de autenticación más confiable para sitios Web

Monitoreo de Internet por posibles sitios Web fraudulentos

 

-Editado por PC World LA

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