Herramientas de espionaje para toda la familia

Cuando le conté a mi esposa que estaba planeando acechar a los miembros de mi familia para producir el material de esta columna, se puso un poco defensiva. "¿A quién vas a acechar? ¿Dónde? ¿Por cuánto tiempo?", me reclamó.

Pensé que quizás la había atrapado en medio de una aventura romántica. Resulta ser que ella no quería que me enterara de sus escapadas para irse de compras.

Jugar al detective con la familia tiene cierta atracción. Aunque mis hijos todavía no son adolescentes, dentro de pocos años sin duda voy a querer seguir a mi hija cuando empiece a salir con muchachos y querré enterarme de la velocidad con que conduce mi hijo. Por suerte, hay algunos artefactos que harán el trabajo sucio por mí.

Delator rodante

Primero probé el Road Safety RS-1000 (US$280, www.roadsafety.com), una caja negra que mide unas 6 pulgadas cuadradas con una CPU del tamaño de una PC Card adentro. Conecté los cables del RS-1000 en el enchufe de datos de mi auto Honda del 96, situado debajo del tablero de instrumentos y escondí la caja debajo de un asiento.

El RS-1000 es como un copiloto que nunca se apaga. Si usted acelera muy rápidamente, la caja emite un sonido electrónico; si hace un viraje demasiado fuerte la caja castañetea. Pero olvidé decírselo a mi esposa, así que cuando ella oyó el sonido de la caja por primera vez pensó que tenía una serpiente de cascabel bajo el asiento.

Las señales de alerta deben hacer que su hijo adolescente maneje con más cuidado, dice Larry Selditz, presidente de Road Safety International. Las propias encuestas de RSI indican que la mayoría de los jóvenes modifica sus hábitos inmediatamente (algunos simplemente suben el volumen del radio).

El RS-1000 permite que usted saque el procesador de la caja, le conecte un cable USB y transfiera los datos a su PC, que es su función más interesante. Una vez allí, usted puede ver una gráfica que muestra la actividad de conducción del vehículo segundo por segundo, de manera que podrá mostrarle a su hijo el momento preciso en que excedió las 80 mph y quedó castigado para siempre. Un detector de decibeles le indica si el chico sube el volumen del radio cuando usted no se encuentra en el automóvil.

Sígueme

El dispositivo perfecto no solamente le dice cómo conducen sus hijos, sino también dónde han estado. Selditz espera que hacia principios de 2006 ya esté disponible un módulo GPS para el RS-1000. Mientras tanto, me dediqué a husmear un poco con el Little Brother (US$595, www.trackmygps.com), un rastreador GPS para el automóvil, no más grande que un encendedor, que es vendido por Securacom.

Para hacerme una idea de cómo funciona el dispositivo, me inscribí en el sitio de rastreo de Securacom y vi como un auto de la policía con una unidad GPS instalada se mueve a través de un mapa. Un informe detallado me indicó todos los lugares que había visitado, la distancia recorrida y la velocidad con que viajaba. El producto me fascinó, pero al mismo tiempo me produjo un poco de escalofríos.

Seguir a sus hijos cuando no están en un automóvil es un poco más complicado. El BlackBerry 7520 (US$199 más el plan de servicio, www.nextel.com) de Nextel, un teléfono móvil y dispositivo de mensajes equipado con GPS, y el servicio Find Me de MapQuest (findme.mapquest.com) ofrecen una solución potencial. Por una cantidad de sólo US$4 a US$6 mensuales, usted puede seguir a los usuarios de Find Me (con permiso, por supuesto) que portan teléfonos GPS selectos y ver su posición en la pantalla del BlackBerry o en el sitio Find Me. Al menos, en teoría.

Como el GPS no funciona muy bien en los interiores, usted puede decirle a Find Me que use las torres celulares para ubicar a las personas que usted está siguiendo, pero esto tiene sus propios problemas. El GPS detectó mi posición con un error de unas cuantas yardas, pero con las torres celulares la variabilidad era de 3 a 10 millas. Con este método de rastreo, tan pronto mis hijos entren en un local interior, podré saber en qué condado se encuentran, pero nada más. Esa inexactitud no me inspira mucha confianza.

Seguir a mis hijos y enterarme de lo que están haciendo está bien, siempre que ellos sepan que los estoy vigilando y que entiendan por qué lo hago. A la que sí quiero espiar sin ninguna reserva es a mi esposa. Quiero averiguar qué diabluras está haciendo antes de que lleguen esas cuentas de las tarjetas de crédito.

Usted puede mostrarle a su hijo el instante preciso en que excedió las 80 mph y quedó castigado para siempre.

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